En un lejano 1805 nacía la Panadería del Puerto, ubicada en el Pasaje Matorras, hoy llamado 3 Sargentos. Su horno a leña, que aún se conserva, no se apagaba nunca, y en esas dos cuadras del pasaje siempre había olor a pan recién horneado.
En 1955 una familia de emprendedores gallegos compraron el local, y lo rebautizaron: Panadería Las Tres Estrellas. Aún conserva la estética kitsch de la época, las mesas con sus manteles de hule, las dos vidrieras detenidas en el tiempo, la infaltable pastafrola, los pastelitos de membrillo y batata, las tortas fritas, y las facturas artesanales ideales para acompañar infusiones. Estantes repletos de panes caseros y variados. Sus exquistos sandwiches, hechos como en casa y con panes especiales. Desde hace un tiempo, al mediodía tienen comida casera, pocos platos que se venden en el día. Los vecinos de la zona tienen el beneficio de un eficiente delivery. También se puede comer en el local, mientras se lee un diario de distribución gratuita. Un abanico de clientes circulan a diario: oficinistas, obreros, gente de paso, turistas y los habitantes del barrio. Este pedacito zonal, a pesar de ser microcento, no deja de ser un barrio, todos se conocen.
Las Tres Estrellas en sus inicios abría a las 4 de la mañana, para recibir a las 5 a sus primeros clientes: las costureras de Harrod’s. Tiempos que ya no volverán, pero quedaron en la memoria de la historia.
Renueven el personal de la atencion al publico. ya son muy mayorcitas y tienen pocas pulgas.
ResponderEliminarMalísima atención al público esas "vendedoras" enstán para jubilarse!!!!! Es una lastima porque tienen buena mercadería para un personal nada competente
ResponderEliminar